Normalmente escuchamos que después de la tempestad viene la calma. En esta ocasión puedo afirmar que después de la tempestad, en este caso el sismo, viene el caos.
El sismo no sólo derrumbó parte del paisaje urbano de la CDMX, también destapó una gran red de corruptelas de funcionarios de todos los niveles del gobierno de la ciudad, desde directores de obra, pasando por las delegaciones y la secretaría de obras.
Ahora ha llegado el tiempo de la construcción, y así como fuimos solidarios en el momento justo, ahora hay que hacerlo en el momento oportuno. Y precisamente este, es el momento; lejos quedaron los días en los que los gobiernos partían y repartían en el pueblo, debemos dejar a un lado el sentido del paternalismo y sobre todo cambiarnos el chip de la auto flagelación, de la víctima y del sometido que traemos por cuestiones de antropología social.
Es momento ya de demostrar que no somos un pueblo que reacciona, sino que razona y sobre todo acciona; acciona mecanismos de acción, elabora planes de ayuda y sobre todo demuestra siempre una solidaridad inagotable.
Ha llegado el tiempo de que los habitantes de la CDMX cambiemos la actitud fría e indiferente que tenemos el uno para el otro, que juntos, sociedad y gobierno tenemos la capacidad de dialogar de acordar, y sobre todo de actuar en conjunto para formar una célula que sea forjadora de cimientos fuertes, inamovibles, pero sobre todo transparentes para que en caso de cualquier emergencia podamos reaccionar mediante la razón y de acuerdo a un plan elaborado en conjunto.
Cabe mencionar el Campamento Colector 13 que llevan 32 años damnificados, sin casa del sismo 85.
Ejemplo de una mala ejecución de la reconstrucción.
Ahora bien, con el tema de la construcción de un nuevo México y ante el siempre presente sospechosismo, ganado a pulso por parte del Gobierno, hay varias preguntas que quedan en el aire.
1.- ¿Cómo se van a manejar los recursos donados por instituciones y la sociedad civil en general?
2.- ¿En cuánto tiempo se verán los resultados de los millones de dólares?
Y la más importante
3.- ¿Quién o quiénes serán los encargados de vigilar la transparencia y el buen uso de esos recursos, que aunque bien es cierto no son públicos, son de gran interés para lograr encontrar una sensación de paz y honestidad?
Es más que obvio que tiene que ser un grupo de personas de comprobada ética y calidad moral y con una imagen positiva ante la opinión pública, que tenga un alto grado de experiencia en materia de altruismo y que garantice un acceso total a la contabilidad y al uso de dichos recursos; es más inclusive y esto como un plus, que sea alguien que no tenga conexiones políticas, o militante activo de algún partido político y este desvinculado de alguno de los territorios afectados.
En esta difícil búsqueda podemos mencionar muchísimos nombres tales como María Asunción Aramburuzavala, Alejandra de Cima, Claudio X González, Alejandro Martí, entre otros.
Pero me gustaría hacer hincapié en un hombre que si bien no está bajo los reflectores nacionales cuenta con una gran experiencia y cumple con todo el perfil para coordinar el grupo de ciudadanos notables encargados de la vigilancia del fondo de donativos, o como se vaya a llamar.
Me refiero a Miguel Ángel Domínguez Morales, actual Presidente del Consejo de Administración de Grupo Alextra, una empresa dedicada precisamente a la inversión en bienes raíces con sede en la ciudad de Guadalajara. Nacido en la Ciudad de México en 1940 y Licenciado en Administración de Empresas de la Universidad Autónoma de Guadalajara.
Entre las credenciales que lo hacen un candidato idóneo está el haber sido Director General y Presidente del Consejo Técnico del IJAS (Instituto Jalisciense de Asistencia Social) y Vicepresidente y Delegado Estatal de la Cruz Roja Mexicana en el estado de Jalisco, consejero de la COPARMEX y condecorado con la Encomienda de la Orden de Isabel La Católica que reconoce el comportamiento excepcional de personas que se han destacado en carácter civil.
Lic. Adolfo Fco. Voorduin Frappé
Presidente del Circuito de la Diversidad Sexual, A.C.
adolfovoorduin@yahoo.com.mx
@A_Voorduin
El sismo no sólo derrumbó parte del paisaje urbano de la CDMX, también destapó una gran red de corruptelas de funcionarios de todos los niveles del gobierno de la ciudad, desde directores de obra, pasando por las delegaciones y la secretaría de obras.
Ahora ha llegado el tiempo de la construcción, y así como fuimos solidarios en el momento justo, ahora hay que hacerlo en el momento oportuno. Y precisamente este, es el momento; lejos quedaron los días en los que los gobiernos partían y repartían en el pueblo, debemos dejar a un lado el sentido del paternalismo y sobre todo cambiarnos el chip de la auto flagelación, de la víctima y del sometido que traemos por cuestiones de antropología social.
Es momento ya de demostrar que no somos un pueblo que reacciona, sino que razona y sobre todo acciona; acciona mecanismos de acción, elabora planes de ayuda y sobre todo demuestra siempre una solidaridad inagotable.
Ha llegado el tiempo de que los habitantes de la CDMX cambiemos la actitud fría e indiferente que tenemos el uno para el otro, que juntos, sociedad y gobierno tenemos la capacidad de dialogar de acordar, y sobre todo de actuar en conjunto para formar una célula que sea forjadora de cimientos fuertes, inamovibles, pero sobre todo transparentes para que en caso de cualquier emergencia podamos reaccionar mediante la razón y de acuerdo a un plan elaborado en conjunto.
Cabe mencionar el Campamento Colector 13 que llevan 32 años damnificados, sin casa del sismo 85.
Ejemplo de una mala ejecución de la reconstrucción.
Ahora bien, con el tema de la construcción de un nuevo México y ante el siempre presente sospechosismo, ganado a pulso por parte del Gobierno, hay varias preguntas que quedan en el aire.
1.- ¿Cómo se van a manejar los recursos donados por instituciones y la sociedad civil en general?
2.- ¿En cuánto tiempo se verán los resultados de los millones de dólares?
Y la más importante
3.- ¿Quién o quiénes serán los encargados de vigilar la transparencia y el buen uso de esos recursos, que aunque bien es cierto no son públicos, son de gran interés para lograr encontrar una sensación de paz y honestidad?
Es más que obvio que tiene que ser un grupo de personas de comprobada ética y calidad moral y con una imagen positiva ante la opinión pública, que tenga un alto grado de experiencia en materia de altruismo y que garantice un acceso total a la contabilidad y al uso de dichos recursos; es más inclusive y esto como un plus, que sea alguien que no tenga conexiones políticas, o militante activo de algún partido político y este desvinculado de alguno de los territorios afectados.
En esta difícil búsqueda podemos mencionar muchísimos nombres tales como María Asunción Aramburuzavala, Alejandra de Cima, Claudio X González, Alejandro Martí, entre otros.
Pero me gustaría hacer hincapié en un hombre que si bien no está bajo los reflectores nacionales cuenta con una gran experiencia y cumple con todo el perfil para coordinar el grupo de ciudadanos notables encargados de la vigilancia del fondo de donativos, o como se vaya a llamar.
Me refiero a Miguel Ángel Domínguez Morales, actual Presidente del Consejo de Administración de Grupo Alextra, una empresa dedicada precisamente a la inversión en bienes raíces con sede en la ciudad de Guadalajara. Nacido en la Ciudad de México en 1940 y Licenciado en Administración de Empresas de la Universidad Autónoma de Guadalajara.
Entre las credenciales que lo hacen un candidato idóneo está el haber sido Director General y Presidente del Consejo Técnico del IJAS (Instituto Jalisciense de Asistencia Social) y Vicepresidente y Delegado Estatal de la Cruz Roja Mexicana en el estado de Jalisco, consejero de la COPARMEX y condecorado con la Encomienda de la Orden de Isabel La Católica que reconoce el comportamiento excepcional de personas que se han destacado en carácter civil.
Lic. Adolfo Fco. Voorduin Frappé
Presidente del Circuito de la Diversidad Sexual, A.C.
adolfovoorduin@yahoo.com.mx
@A_Voorduin
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